domingo, 19 de agosto de 2018

En Busca de la Identidad


A través de Sangre Inocente, una interesante novela policial y psicológica, P. D. James (1920-2014) nos adentra,  con lujo de detalles,  en la escalofriante expedición  de una joven que necesita saber quiénes son sus padres biológicos. A lo largo de la obra, la autora británica va develando la condición humana y social en la Inglaterra de  fines del siglo XX.



Por Beatriz Berger

 

“Nadie Puede Soportar un Exceso de Realidad”


La tarde del 4 de julio de 1978, Philippa Rose Palfrey,  de 18 años, despachaba una solicitud al Registro Civil para que le enviaran un certificado de su nacimiento.  Su adopción había tenido lugar  hacía diez años y quería informarse acerca  de sus verdaderos progenitores. Este es el punto de partida de una  novela desoladora que cuenta los pormenores de la aventura emprendida por  esta joven, donde la cruda realidad echa por tierra sus expectativas. A propósito de este tema la escritora hace un valioso comentario: “Nadie puede soportar un exceso de realidad. Nadie. Todos nos creamos un mundo en el cual la vida  nos parece tolerable”. 

Secretos Emocionales

Conocedora a fondo del  ser  humano, P.D.James  va  paso a paso desenvolviendo los avatares de Philippa que, soñadora,  pensaba que era hija ilegítima de un aristócrata. Sin embargo, choca con la brutal realidad de haber sido engendrada nada menos que por un violador y una asesina. Al mismo tiempo, la autora descorre  el velo de los secretos emocionales  bien guardados de cada uno de los protagonistas a los que, finalmente,  les saca la máscara.  “Desde niña –ha dicho- era consciente del hecho de la muerte y de que mis mayores no siempre decían la verdad”.

Publicada en Nueva York en 1980 Sangre Inocente, fue un éxito en su época.  Sin embargo,  casi cuatro décadas  después, continúa  cautivando al público.  ¿Qué tiene esta novela que se lee tan vorazmente, al punto que sus 325 páginas plagadas de suspenso se recorren  volando?

Sin duda, uno de sus grandes atractivos lo consigue la pluma de P.D.James, calificada como “la reina del crimen”.  Una pluma ágil, descriptiva a fondo, que no omite detalles  al relatar los hechos y que encanta, pues no solo cuenta la historia principal, sino también   explica los pormenores que la rodean,  como los escenarios donde tienen lugar los hechos, los que se convierten en un retrato de época. De este modo, nos enteramos de los diferentes barrios y calles de la ciudad de Londres,  de los bares,  de  las costumbres de la sociedad de ese entonces, de  los  sistemas de movilización…   Por esta razón,  sus novelas han resultado muy atractivas para llevarlas al cine o la televisión. 

Retrato Psicológico


Otra de las particularidades  de Sangre Inocente dice relación con  el perfil  -interno y externo- que la autora desarrolla de sus personajes.  Podría decirse que es un relato introspectivo, un retrato psicológico,  donde no solo se llega a conocer el presente de cada uno de los protagonistas, sino también su pasado y las carencias afectivas de cada uno, lo que P.D. James expresa  con minuciosa rigurosidad.

“Sentado allí solo –leemos- en el oscuro rincón del bar, las manos unidas alrededor del vaso de cerveza, recordó el día en que por primera vez supo que era feo. Tenía diez años y tres meses (…) él estaba jugando  solo en el oscuro y pequeño corredor  (…) La puerta del bar estaba abierta y pudo oír (…)  la voz de su tío. (…) -ese chico me horroriza. Es feo con avaricia. (…). Y más adelante otra voz dice: -“No está tan mal el monstruito. Su padre sí que era un desastre (…)”.  

A fin de cuentas, sus reflexiones apuntan a la complejidad de la condición humana.  “No existen los buenos o malos de una pieza – dijo en una entrevista al Babelia en 2009-  hay muchos grises en todos nosotros”.

Ironía y Humor


Cabe señalar también que los comentarios de la autora  no están exentos de ironía e incluso humor: “Una familia de tres personas, formada por los padres corpulentos y sudorosos  y un hijo de diez años con cara de torta, aparecieron en la puerta (…)”, escribe.

P.D. James, asimismo, es capaz de expresar los sentimientos que inundan las mentes de los personajes.  “Ahora –señala- nunca se separaba del cuchillo y de los restantes útiles destinados al asesinato. No es que abrigase la esperanza de matarla durante el traslado a Londres, un tren atestado difícilmente le ofrecería la oportunidad deseada. En realidad, es que sentía la necesidad de llevar consigo el cuchillo. Ya no era un objeto que provocase  fascinación u horror, sino una prolongación conocida y poderosa de sí mismo. Cuando lo empuñaba, completaba su personalidad, le confería integridad”. 

Finalmente, resulta un placer  recorrer las páginas de Sangre Inocente, por la trama, el suspenso que provoca, los comentarios e ideas que transmite y, por cierto, la excelente  escritura. La propia autora ha reconocido que sus novelas pueden ser excitantes y entretenidas, pero que al mismo tiempo son “buena literatura”.

Biografía





Phyllis Dorothy James, nace en Oxford, el 3 de agosto de 1920, estudia en Cambridge y a los veinte años se casa con un estudiante de medicina, quien participó en la Segunda Guerra Mundial. Regresa con problemas mentales, pasando gran parte de su vida en hospitales psiquiátricos.

Siempre quiso ser escritora, pero como tuvo que mantener a su familia –su marido y dos hijas- trabaja en un hospital. Tras la muerte de su esposo es contratada como funcionaria  especialista en delincuencia juvenil del Departamento de Política Policial y Criminal (Vinculado a Scotland Yard).il. Experiencia que motivó su actividad de autora de novela negra.

Ya en su madurez, decide inscribirse en un taller literario. No podía seguir buscando excusas para desarrollarse en el ámbito de las letras.  Así, en 1962, a los 42 años, presenta su primera novela, Cubridle el Rostro, y a lo largo de su vida logra publicar más de veinte títulos, en muchos de los cuales aparece el detective y poeta Adam Dalgliesh, una de sus creaciones más famosas.

Y la Baronesa del supenso, en entrevista con «Babelia» del diario El País, en 2006, explica:

-Para mí, escribir es una vocación. Una necesidad psicológica, no financiera. El Dr. Johnson dijo que el dinero es la razón por la que una persona debe escribir. Yo nunca confié en el dinero, pensé que podía o no podía venir. Ahora, claro, los libros generan muchos más ingresos que lo que cobro de pensión. El éxito ha sido enorme.

Asimismo en la sección cultura del diario «Córdoba», en 2010, comenta con respecto de  Agatha Christie:
-Las ventas de sus novelas siguen siendo un fenómeno. Eso significa que da a la gente lo que quiere. Pero no trabajaba sus personajes profundamente y sus casos no hubieran funcionado en la vida real.


SANGRE INOCENTE

P.D.JAMES
TUSQUETS EDITORES
3ª EDICIÓN, 1989
325 PÁGINAS





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