A través de Sangre Inocente, una interesante novela policial y psicológica, P. D. James (1920-2014) nos adentra, con lujo de detalles, en la escalofriante expedición de una joven que necesita saber quiénes son sus padres biológicos. A lo largo de la obra, la autora británica va develando la condición humana y social en la Inglaterra de fines del siglo XX.
Por Beatriz Berger
“Nadie Puede Soportar un Exceso de Realidad”
La tarde del 4 de julio de 1978, Philippa Rose
Palfrey, de 18 años, despachaba una
solicitud al Registro Civil para que le enviaran un certificado de su
nacimiento. Su adopción había tenido
lugar hacía diez años y quería informarse
acerca de sus verdaderos progenitores.
Este es el punto de partida de una novela desoladora que cuenta los pormenores de
la aventura emprendida por esta joven,
donde la cruda realidad echa por tierra sus expectativas. A propósito de este
tema la escritora hace un valioso comentario: “Nadie puede soportar un exceso
de realidad. Nadie. Todos nos creamos un mundo en el cual la vida nos parece tolerable”.
Secretos Emocionales
Conocedora a fondo del ser
humano, P.D.James va paso a paso desenvolviendo los avatares de
Philippa que, soñadora, pensaba que era
hija ilegítima de un aristócrata. Sin embargo, choca con la brutal realidad de
haber sido engendrada nada menos que por un violador y una asesina. Al mismo
tiempo, la autora descorre el velo de
los secretos emocionales bien guardados
de cada uno de los protagonistas a los que, finalmente, les saca la máscara. “Desde niña –ha dicho- era consciente del
hecho de la muerte y de que mis mayores no siempre decían la verdad”.
Publicada en Nueva York en 1980 Sangre Inocente, fue un
éxito en su época. Sin embargo, casi cuatro décadas después, continúa cautivando al público. ¿Qué tiene esta novela que se lee tan
vorazmente, al punto que sus 325 páginas plagadas de suspenso se recorren volando?
Sin duda, uno de sus grandes atractivos lo consigue
la pluma de P.D.James, calificada como “la reina del crimen”. Una pluma ágil, descriptiva a fondo, que no
omite detalles al relatar los hechos y
que encanta, pues no solo cuenta la historia principal, sino también explica los pormenores que la rodean, como los escenarios donde tienen lugar los
hechos, los que se convierten en un retrato de época. De este modo, nos
enteramos de los diferentes barrios y calles de la ciudad de Londres, de los bares,
de las costumbres de la sociedad
de ese entonces, de los sistemas de movilización… Por esta razón, sus novelas han resultado muy atractivas para
llevarlas al cine o la televisión.
Retrato Psicológico
Otra de las particularidades de Sangre Inocente dice relación
con el perfil -interno y externo- que la autora desarrolla de
sus personajes. Podría decirse que es un
relato introspectivo, un retrato psicológico, donde no solo se llega a conocer el presente
de cada uno de los protagonistas, sino también su pasado y las carencias
afectivas de cada uno, lo que P.D. James expresa con minuciosa rigurosidad.
“Sentado allí solo –leemos- en el oscuro rincón del
bar, las manos unidas alrededor del vaso de cerveza, recordó el día en que por
primera vez supo que era feo. Tenía diez años y tres meses (…) él estaba
jugando solo en el oscuro y pequeño
corredor (…) La puerta del bar estaba
abierta y pudo oír (…) la voz de su tío.
(…) -ese chico me horroriza. Es feo con avaricia. (…). Y más adelante otra voz
dice: -“No está tan mal el monstruito. Su padre sí que era un desastre (…)”.
A fin de cuentas, sus reflexiones apuntan a la complejidad de la condición humana. “No existen los buenos o malos de una pieza – dijo en una entrevista al Babelia en 2009- hay muchos grises en todos nosotros”.
Ironía y Humor
Cabe señalar también que los comentarios de la
autora no están exentos de ironía e
incluso humor: “Una familia de tres personas, formada por los padres
corpulentos y sudorosos y un hijo de
diez años con cara de torta, aparecieron en la puerta (…)”, escribe.
P.D. James, asimismo, es capaz de expresar los sentimientos que inundan las mentes de los personajes. “Ahora –señala- nunca se separaba del cuchillo y de los restantes útiles destinados al asesinato. No es que abrigase la esperanza de matarla durante el traslado a Londres, un tren atestado difícilmente le ofrecería la oportunidad deseada. En realidad, es que sentía la necesidad de llevar consigo el cuchillo. Ya no era un objeto que provocase fascinación u horror, sino una prolongación conocida y poderosa de sí mismo. Cuando lo empuñaba, completaba su personalidad, le confería integridad”.
Finalmente, resulta un placer recorrer las páginas de Sangre Inocente, por la trama, el suspenso que provoca, los comentarios e ideas que transmite y, por cierto, la excelente escritura. La propia autora ha reconocido que sus novelas pueden ser excitantes y entretenidas, pero que al mismo tiempo son “buena literatura”.
Biografía
Phyllis Dorothy James, nace en Oxford, el 3 de
agosto de 1920, estudia en Cambridge y a los veinte años se casa con un estudiante
de medicina, quien participó en la Segunda Guerra Mundial. Regresa con
problemas mentales, pasando gran parte de su vida en hospitales psiquiátricos.
Siempre quiso ser escritora, pero como tuvo que
mantener a su familia –su marido y dos hijas- trabaja en un hospital. Tras la
muerte de su esposo es contratada como funcionaria especialista en delincuencia juvenil del
Departamento de Política Policial y Criminal (Vinculado a Scotland Yard).il.
Experiencia que motivó su actividad de autora de novela negra.
Ya en su madurez, decide inscribirse en un taller
literario. No podía seguir buscando excusas para desarrollarse en el ámbito de
las letras. Así, en 1962, a los 42 años,
presenta su primera novela, Cubridle el Rostro, y a lo largo de su vida logra publicar
más de veinte títulos, en muchos de los cuales aparece el detective y poeta
Adam Dalgliesh, una de sus creaciones más famosas.
Y la Baronesa del supenso, en entrevista con «Babelia»
del diario El País, en 2006, explica:
-Para mí, escribir es una vocación.
Una necesidad psicológica, no financiera. El Dr. Johnson dijo que el dinero es
la razón por la que una persona debe escribir. Yo nunca confié en el dinero,
pensé que podía o no podía venir. Ahora, claro, los libros generan muchos más
ingresos que lo que cobro de pensión. El éxito ha sido enorme.
Asimismo en la sección cultura del
diario «Córdoba», en 2010, comenta con respecto de Agatha Christie:
-Las ventas de sus novelas siguen
siendo un fenómeno. Eso significa que da a la gente lo que quiere. Pero no
trabajaba sus personajes profundamente y sus casos no hubieran funcionado en la
vida real.
SANGRE INOCENTE
P.D.JAMES
TUSQUETS
EDITORES
3ª
EDICIÓN, 1989
325 PÁGINAS
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