Recientemente se publicó "Auto-análisis. Sin miedo a crecer" (Mago Editores), un libro donde la autora recorre los problemas clásicos del ser humano para incentivar que cada cual logre superar sus limitaciones. Pero lo hace desde la ficción, incluyendo entrevistas, testimonios y también poesía. Todo un desafío.
por Beatriz Berger
Con la alegría que otorga tener entre las manos su primer libro, la psicóloga de la Universidad Católica W. Alexandra Berger Dempster –diplomada en psicoanálisis y literatura-, se explaya hablando de esta obra. Obra, donde buscó la mejor manera de dar a conocer su visión del psicoanálisis, atreviéndose a innovar los esquemas establecidos para este tipo de publicaciones. Y lo hizo incorporando la literatura en sus textos.
Lectora voraz, W.Alexandra Berger (Santiago, 1960) unió a sus numerosas lecturas la experiencia clínica, cuyos resultados quiso compartir. “Al principio –recuerda-, sólo tenía en mente enseñar a pensar como lo hacen los psicoanalistas; de hecho, fui armando el libro sobre la marcha, según lo que espontáneamente me parecía importante comunicar”.
-Mi primer paso –agrega- fue reunirme con un destacado analista. De esas conversaciones surgió un material muy rico e interesante, al que se sumó una investigación bibliográfica. Recién, al final de su escritura, me di cuenta de que el libro ofrecía un espacio psíquico de introspección, protegido y también muy libre, para que los lectores pudieran dialogar con su yo.
-Al parecer se entretuvo escribiendo ¿no?
-Sí, y espero compartir con la gente el mismo entusiasmo que me proporcionó recolectar, organizar y transformar el material, lo que también me ayudó a sacar afuera pensamientos que no sabía que guardaba. La idea era rescatar lo perdido u olvidado: la persona que siempre hemos sido, alguien capaz de sentirse e intuirse a sí misma, capaz de escuchar, retener, comprender y construir verdades que guiarán su vida.
Ejercitar la mente
-¿Cómo resumiría los temas que aborda en su libro?
-Auto-análisis reconoce tres dimensiones de consciencia, muy mezcladas entre sí e importantes de cultivar para el desarrollo sano de la personalidad: la capacidad de sentir, de pensar y de hacer lo propio. Con la madurez, se comienza a valorar el auto-cuidado. Si uno no cuida sus capacidades ni trata de comprenderse, ¿qué se puede esperar, entonces? Lo primero, es armar un espacio de silencio, para reflexionar en uno mismo. Ahí corresponde integrar una voz subjetiva, emocional e intuitiva, cuyas corrientes que estimulan o inhiben, guían el camino a seguir. Luego, se debe incorporar una voz racional y serena que cuestiona, capaz de pensar con lógica en lo ilógico, en el sin sentido del cuerpo. Por último, es preciso incluir una voz espiritual, conectada con lo inmaterial e inexpresable.
-En definitiva ¿asumir la tarea de ser más conscientes de lo inconsciente?
-Claro, cuando alguien logra comprenderse, no sólo se está amando, también toma posesión de su persona y deja de depender excesivamente de las autoridades externas. ¡Cuánta gente deja languidecer sus capacidades mentales por falta de uso y sólo las estruja en tiempos difíciles!
-La idea sería entonces encontrar la voz personal.
-Por supuesto, fundada en la experiencia emocional. Al compartir verdades propias aprendemos de nuestra experiencia y de la de otros y viceversa. Intercambio que nos ayuda a sentir que no estamos solos en este mundo, que de veras existimos, íntimamente conectados con la vida, estableciendo un sentido de “nosotros”, fuente de alegría.
-Ejercitar la mente, la hará crecer, lo que se traducirá en un robustecimiento de la personalidad y expansión del poder imaginativo. Sin embargo, ¿qué detiene mi desarrollo personal? ¿Por qué he decidido vivir muy por debajo de mi potencial creativo y espiritual? El libro entrega nociones que señalan a dónde mirar para contestar estas preguntas.
Mensajes impresos de generación en generación
-Después de todo, ¿qué es lo más importantes que debemos saber?
-De acuerdo al psicoanálisis, en el trasfondo de la personalidad, existen múltiples fuerzas inconscientes o clandestinas que empujan y diseñan la vida. Sucede que los antecesores han impreso programaciones, limitaciones y modos de ser a su descendencia que son muy difíciles de erradicar y que dirigen su destino. Aunque en algunos casos pueden enriquecerlo, en otros pueden conducir a una vida insatisfactoria. Por eso debemos explorar con realismo el árbol familiar y mirar las actuaciones de nuestros padres con los ojos del niño que fuimos, sin negar el sufrimiento experimentado. Aceptar la verdad es lo único que protege de los abusos y dolores que se repiten generación tras generación sin resolver absolutamente nada.
-¿Cómo lo explicaría?
-Una mujer, por ejemplo, puede descubrir que su madre fue una niñita maltratada y que a su abuela le sucedió lo mismo. En vez de dar por sentado que la madre es omnipotente, como un Dios –tan grandiosa y poderosa que puede impedir el dolor y satisfacer todos los deseos- entiende que detrás de esa mujer y dentro de ella misma hay un legado generacional de historias femeninas que forman parte de su biografía. Entonces, comienza a percibir a su madre como una mujer tan frágil, asustada y vulnerable como ella misma se siente ahora.
-Llama la atención que haya integrado la poesía en sus textos.
-La forma más válida de reflexionar incluye tanto la capacidad de dialogar con las múltiples voces que habitan en nuestro interior como con distintas personas. La experiencia de dialogar con otros, con la poesía en este caso, funda la capacidad de mantener conversaciones internas con distintas estructuras mentales.
-De allí que incluya varias voces.
-Sí, he trabajado con la voz poética y personal -más cercana al mundo de las sensaciones y de la intuición- y con la voz racional, vinculada al mundo mental o conceptual: ambas pueden ir de la mano en armonía y enriquecerse entre sí. Se puede indagar en los múltiples sentidos de la poesía y al mismo tiempo cuestionar su racionalidad.
Hablar sin censuras
-¿Por qué recurre a la entrevista y a la ficción para explorar los temas?
-El camino de la ficción, permite al lector separar claramente fantasía y realidad. Imaginariamente, la psicóloga Elena entrevista a Sigmund Freud, al doctor Jensen, un analista experimentado y reflexiona con dos amigos, Dmitri y Sebastián. Así entramos a un espacio psíquico-imaginario de preparación para lo real, construido con conocimientos efectivos y respetuosos de los márgenes racionales. También abre vías imaginativas.
-Valiente usted, atreverse a entrevistar nada menos que a Freud.
-¡Fue imposible dejar mudo al maestro, padre del psicoanálisis! Conversar con este experto de la consciencia es esencial para los interesados en lo humano. No obstante, hay que seguir su ejemplo, con la idea de descubrir la propia mente y construir verdades personales, independientes de las de él.
-Elena conversa con Freud –continúa W. Alexandra Berger- sobre la regla de la asociación libre, donde el único compromiso del analizado es hablar sin censuras sobre todo lo que transcurre en su mente. Él examina los patrones de la vida psíquica, la lógica sensible que hay detrás y qué papel juegan dentro del sistema de la personalidad. En el momento que alguien detiene su discurso, es porque se encuentra atrapado en una falla biográfica. La persona se defiende de lo que siente doloroso e incontrolable, y ya no puede amar ni crear. Como se aparta de la realidad, negándola, busca refugio en ilusiones que, si bien son gratificantes, también lo hunden en circuitos angustiantes y dolorosos que sólo inmovilizan. Entonces, aparece un espacio para mirarse por dentro, y hacer consciente lo inconsciente. Liberado su mundo interior de pasiones y cuentos inquietantes que enceguecen, podrá reconciliarse con su historia y con él mismo, y ver más claro el camino a seguir. Viajar al pasado y conversar con Freud, fue renovador.
-¡No es fácil comprender lo humano!
-Toma tiempo, necesita de una observación cuidadosa; de una mente informada y analítica, propensa a la autocrítica y a pensar antes de hablar; de una técnica que favorezca escuchar entre líneas y la capacidad de ponerse en el lugar de otros, como vía de acceso a conocer distintas experiencias. Espero que Auto-análisis tenga el poder de influenciar no sólo a quienes están preparados para ver más claro en su personalidad y aprovechar su lectura, sino también que su saber se extienda a los menos interesados. Contar con ojos más grandes para ver la realidad es parte importante en el desarrollo de la creación, del amor y de la felicidad.
por Beatriz Berger
Con la alegría que otorga tener entre las manos su primer libro, la psicóloga de la Universidad Católica W. Alexandra Berger Dempster –diplomada en psicoanálisis y literatura-, se explaya hablando de esta obra. Obra, donde buscó la mejor manera de dar a conocer su visión del psicoanálisis, atreviéndose a innovar los esquemas establecidos para este tipo de publicaciones. Y lo hizo incorporando la literatura en sus textos.
Lectora voraz, W.Alexandra Berger (Santiago, 1960) unió a sus numerosas lecturas la experiencia clínica, cuyos resultados quiso compartir. “Al principio –recuerda-, sólo tenía en mente enseñar a pensar como lo hacen los psicoanalistas; de hecho, fui armando el libro sobre la marcha, según lo que espontáneamente me parecía importante comunicar”.
-Mi primer paso –agrega- fue reunirme con un destacado analista. De esas conversaciones surgió un material muy rico e interesante, al que se sumó una investigación bibliográfica. Recién, al final de su escritura, me di cuenta de que el libro ofrecía un espacio psíquico de introspección, protegido y también muy libre, para que los lectores pudieran dialogar con su yo.
-Al parecer se entretuvo escribiendo ¿no?
-Sí, y espero compartir con la gente el mismo entusiasmo que me proporcionó recolectar, organizar y transformar el material, lo que también me ayudó a sacar afuera pensamientos que no sabía que guardaba. La idea era rescatar lo perdido u olvidado: la persona que siempre hemos sido, alguien capaz de sentirse e intuirse a sí misma, capaz de escuchar, retener, comprender y construir verdades que guiarán su vida.
Ejercitar la mente
-¿Cómo resumiría los temas que aborda en su libro?
-Auto-análisis reconoce tres dimensiones de consciencia, muy mezcladas entre sí e importantes de cultivar para el desarrollo sano de la personalidad: la capacidad de sentir, de pensar y de hacer lo propio. Con la madurez, se comienza a valorar el auto-cuidado. Si uno no cuida sus capacidades ni trata de comprenderse, ¿qué se puede esperar, entonces? Lo primero, es armar un espacio de silencio, para reflexionar en uno mismo. Ahí corresponde integrar una voz subjetiva, emocional e intuitiva, cuyas corrientes que estimulan o inhiben, guían el camino a seguir. Luego, se debe incorporar una voz racional y serena que cuestiona, capaz de pensar con lógica en lo ilógico, en el sin sentido del cuerpo. Por último, es preciso incluir una voz espiritual, conectada con lo inmaterial e inexpresable.
-En definitiva ¿asumir la tarea de ser más conscientes de lo inconsciente?
-Claro, cuando alguien logra comprenderse, no sólo se está amando, también toma posesión de su persona y deja de depender excesivamente de las autoridades externas. ¡Cuánta gente deja languidecer sus capacidades mentales por falta de uso y sólo las estruja en tiempos difíciles!
-La idea sería entonces encontrar la voz personal.
-Por supuesto, fundada en la experiencia emocional. Al compartir verdades propias aprendemos de nuestra experiencia y de la de otros y viceversa. Intercambio que nos ayuda a sentir que no estamos solos en este mundo, que de veras existimos, íntimamente conectados con la vida, estableciendo un sentido de “nosotros”, fuente de alegría.
-Ejercitar la mente, la hará crecer, lo que se traducirá en un robustecimiento de la personalidad y expansión del poder imaginativo. Sin embargo, ¿qué detiene mi desarrollo personal? ¿Por qué he decidido vivir muy por debajo de mi potencial creativo y espiritual? El libro entrega nociones que señalan a dónde mirar para contestar estas preguntas.
Mensajes impresos de generación en generación
-Después de todo, ¿qué es lo más importantes que debemos saber?
-De acuerdo al psicoanálisis, en el trasfondo de la personalidad, existen múltiples fuerzas inconscientes o clandestinas que empujan y diseñan la vida. Sucede que los antecesores han impreso programaciones, limitaciones y modos de ser a su descendencia que son muy difíciles de erradicar y que dirigen su destino. Aunque en algunos casos pueden enriquecerlo, en otros pueden conducir a una vida insatisfactoria. Por eso debemos explorar con realismo el árbol familiar y mirar las actuaciones de nuestros padres con los ojos del niño que fuimos, sin negar el sufrimiento experimentado. Aceptar la verdad es lo único que protege de los abusos y dolores que se repiten generación tras generación sin resolver absolutamente nada.
-¿Cómo lo explicaría?
-Una mujer, por ejemplo, puede descubrir que su madre fue una niñita maltratada y que a su abuela le sucedió lo mismo. En vez de dar por sentado que la madre es omnipotente, como un Dios –tan grandiosa y poderosa que puede impedir el dolor y satisfacer todos los deseos- entiende que detrás de esa mujer y dentro de ella misma hay un legado generacional de historias femeninas que forman parte de su biografía. Entonces, comienza a percibir a su madre como una mujer tan frágil, asustada y vulnerable como ella misma se siente ahora.
-Llama la atención que haya integrado la poesía en sus textos.
-La forma más válida de reflexionar incluye tanto la capacidad de dialogar con las múltiples voces que habitan en nuestro interior como con distintas personas. La experiencia de dialogar con otros, con la poesía en este caso, funda la capacidad de mantener conversaciones internas con distintas estructuras mentales.
-De allí que incluya varias voces.
-Sí, he trabajado con la voz poética y personal -más cercana al mundo de las sensaciones y de la intuición- y con la voz racional, vinculada al mundo mental o conceptual: ambas pueden ir de la mano en armonía y enriquecerse entre sí. Se puede indagar en los múltiples sentidos de la poesía y al mismo tiempo cuestionar su racionalidad.
Hablar sin censuras
-¿Por qué recurre a la entrevista y a la ficción para explorar los temas?
-El camino de la ficción, permite al lector separar claramente fantasía y realidad. Imaginariamente, la psicóloga Elena entrevista a Sigmund Freud, al doctor Jensen, un analista experimentado y reflexiona con dos amigos, Dmitri y Sebastián. Así entramos a un espacio psíquico-imaginario de preparación para lo real, construido con conocimientos efectivos y respetuosos de los márgenes racionales. También abre vías imaginativas.
-Valiente usted, atreverse a entrevistar nada menos que a Freud.
-¡Fue imposible dejar mudo al maestro, padre del psicoanálisis! Conversar con este experto de la consciencia es esencial para los interesados en lo humano. No obstante, hay que seguir su ejemplo, con la idea de descubrir la propia mente y construir verdades personales, independientes de las de él.
-Elena conversa con Freud –continúa W. Alexandra Berger- sobre la regla de la asociación libre, donde el único compromiso del analizado es hablar sin censuras sobre todo lo que transcurre en su mente. Él examina los patrones de la vida psíquica, la lógica sensible que hay detrás y qué papel juegan dentro del sistema de la personalidad. En el momento que alguien detiene su discurso, es porque se encuentra atrapado en una falla biográfica. La persona se defiende de lo que siente doloroso e incontrolable, y ya no puede amar ni crear. Como se aparta de la realidad, negándola, busca refugio en ilusiones que, si bien son gratificantes, también lo hunden en circuitos angustiantes y dolorosos que sólo inmovilizan. Entonces, aparece un espacio para mirarse por dentro, y hacer consciente lo inconsciente. Liberado su mundo interior de pasiones y cuentos inquietantes que enceguecen, podrá reconciliarse con su historia y con él mismo, y ver más claro el camino a seguir. Viajar al pasado y conversar con Freud, fue renovador.
-¡No es fácil comprender lo humano!
-Toma tiempo, necesita de una observación cuidadosa; de una mente informada y analítica, propensa a la autocrítica y a pensar antes de hablar; de una técnica que favorezca escuchar entre líneas y la capacidad de ponerse en el lugar de otros, como vía de acceso a conocer distintas experiencias. Espero que Auto-análisis tenga el poder de influenciar no sólo a quienes están preparados para ver más claro en su personalidad y aprovechar su lectura, sino también que su saber se extienda a los menos interesados. Contar con ojos más grandes para ver la realidad es parte importante en el desarrollo de la creación, del amor y de la felicidad.
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